Compadres hasta la muerte

"Una historia de nunca acabar"


El exquisito ballet de miradas en el que se enfrascaron Alberto Fujimori y su ex asesor presidencial, Vladimiro Montesinos permitió esclarecer el compadrazgo que los vincula y hermana hasta la muerte.

El otrora Presidente de la República, Alberto Fujimori, se mostró altamente emocionado por la llegada de Vladimiro Montesinos. El ex - presidente nunca perdió la sonrisa del rostro, llegando a intercambiar guiños, sonrisas y miradas con su ex asesor.

Desde el inicio del interrogatorio, Vladimiro Montesinos hizo gala de sus más elaboradas artimañas para dominar la escena. Objetivo que logró tras defender a capa y espada la honorabilidad propia y de su jefe.

Tanto la prensa local como internacional cubrió en vivo y en directo las incidencias de la confrontación que tendría lugar después de 8 años de no verse los rostros, pero que, seguramente intercambiaron mensajes en secreto. Recordemos que en el año 2000 luego de la salida al aire del escandaloso video Kouri – Montesinos, el presidente de la república en claro descontento con su actuar procedió a realizar un esfuerzo sobrehumano para conseguir llegar hasta el paradero de su asesor. Ahora sabemos que lo que buscaba en realidad era el botín de videos incriminadores que guardaba Montesinos.

El ingreso de Montesinos a la Primera Sala Penal Especial, ubicada en la sede de la DIROES, estuvo cargado de expectativa, siendo las primeras palabras pronunciadas por el ex asesor: “Mi nombre completo es Vladimiro Montesinos Torres” y cuando se le preguntó por su vinculación con el ex mandatario dijo: “Subordinado del señor presidente Alberto Fujimori”.

El monólogo que quiso recitar Montesinos fue interrumpido en varias oportunidades por la fiscalía y por la misma presidencia de la sala llamando al orden al testigo. En ocasiones parecía perder el control, pero una ligera mirada a Fujimori le hacía regresar a su tan denodado esfuerzo por convencer a la sala del desconocimiento de Fujimori en los casos que se le imputan, deslindando su responsabilidad en los casos de Barrios Altos y la Cantuta.

Lo más resaltante en el interrogatorio fue la actitud soberbia del testigo, quien ufanándose de glorias pretéritas se negó a prestar declaraciones más allá de lo que estrictamente quería decir. Su genial verborrea logró subyugar al fiscal quien no estuvo a la altura de las circunstancias.

El debacle que tenía que causar fue notorio, pues incriminó a todos aquellos que tenía que incriminar y defendió a quienes tenía que defender. Cuando se le preguntó por el espionaje y otros crímenes similares, el testigo afirmó que todo ello era parte de una estrategia de seguridad nacional y que por ello tenía la potestad de realizar cuanto crimen fuese necesario.

La contienda entre el testigo y la fiscalía ponía groso estupor en la presencia de las cámaras, lo contrario del ex mandatario quien divertidamente oía las incidencias con una sonrisa de oreja a oreja. Montesinos acusaba de tener un lento entendimiento al fiscal quien en reiteradas ocasiones preguntó por las conversaciones sostenidas entre Montesinos y su jefe.

Grande fue la sorpresa de todos los presentes cuando el testigo decidió no declarar más. Sin duda ello evidenció una virtual derrota frente al tribunal. Posteriormente a la rotunda negativa del testigo, el Tribunal decidió que Montesinos no declarase más en el juicio que se le sigue al ex presidente.

Nagasaki, abogado de Fujimori, presentó una petición para que se declarase nula la intervención de Montesinos en el proceso. Pero, ¿podría ser esto una estratagema planeada, o es que acaso, la expresión corporal del “Doc” y de Fujimori, manchó notoriamente el planeado discurso del ex asesor? Particularmente me inclino por la última opción.

El desarrollo de la audiencia estuvo lleno de gestos y ademanes que evidenciaron que discursos de confrontación quedaron atrás y nuevamente reina la paz y la calma entre los dos amigos. No es secreto para nadie que aquellos que otrora fueron dueños del Perú y lograron maniatar a la prensa independiente, ahora están planeando la manera de rehuir a la justicia alegando un falso desconocimiento de los hechos suscitados bajo sus narices. Que irónico, hace unos años montaron un gran espectáculo de disconformidad el uno frente al otro y ahora se guiñan el ojo en clara alusión a la hermandad que los une.

Lo que se esperó sería una semana de interrogatorios terminó antes de lo previsto: el mismo día que empezó. Pero esta historia no quedará allí, hay mucho que investigar y muchas historias por narrar. Roguemos a Dios que nos de vida para terminar de ver el desenlace de esta enternecedora telenovela.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More