Luego de intentos fallidos por tener una buena señal y seguir en vivo el “careo del siglo“, nuestra querida Milagritos pasó a retirarse. En seguida el profesor de turno siguió sirviendo de antena humana por algunos minutos más, y por cosas del destino o por cuestiones de azar, la imagen se tornó aceptablemente visible para los alumnos cual estreno del sétimo arte, esperaban ansiosos que la actuación del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos. El esperado reencuentro con su co.- protagonista Alberto Fujimori tuvo un inesperado desenlace.
Después de cuatro horas de interrogatorio y para no perder la costumbre de “Factor Sorpresa”, el Doc. se negó a seguir declarando (hay silencio que suena atronadoramente), sin dejar de gestualizar su estado de ánimo combinado con su visible arrogancia, la que desbordaba tras su impecable traje oscuro y corbata azul con aplicaciones celestes, además de un pañuelo de seda.
Y es que Vladimiro se levantó temprano (dicen que llegó al local del juicio a las 6 de la mañana), al hacer su entrada a esas cuatro paredes en las que redujo el recinto (sala de juzgamiento) luego de su declaraciones, saludó con una sugerente y oriental venia a su siamés Alberto Fujimori, dejando notar que había utilizado tinte para ese poco cabello que aún le queda. No era para menos, prensa nacional e internacional cubrirían la audiencia; quería estar presentable.
Atrás quedaron las declaraciones públicas en las que llamó cobarde a su ex asesorado y le increpó su falta de hombría para asumir sus actos.
Sin dar tiempo que el juez formule la primera la pregunta el ex asesor, al parecer emocionado por el reencuentro, ya estaba proclamando la inocencia de su entrañable amigo y ex mandatario Fujimori.
Algunos esperaban un “Solo sé que nada sé” de parte de Vladimiro pero éste se dejó llevar por la emoción desbocada mostrándose como parlanchín en su sospechosa y esmerada insistencia de hacer prevalecer las virtudes del acusado por los crímenes de La Cancuta y Barrios Altos. Frases como: “el alto criterio de Fujimori”, “La sensibilidad del presidente Fujimori”, ”Firme, con energía, con una estrategia bien definida”, “De memoria elenfantiásica”, “Con el coraje que lo caracteriza”, etc.
Parecía que los tres metros (aproximadamente) de distancia que lo separaba de Fujimori se reducían con la gesticulación espasmódica de ambos y la guiñadita de ojos chinitos
Las carcajadas de los presentes en el débil interrogatorio fiscal contagiaba la respuesta risueña de los televidentes que gozamos con la puesta en escena.
Los nervios traicionan hasta el más fuerte, así sucedió con el ex de inteligencia cuyo nerviosismo lo hizo hablar más de la cuenta, ante la preocupación de su abogada Estela Valdivia, que se le acercaba al oído para decirle; “ya cállate, la estás fregando”.
Pero ya había dicho cosas interesantes como haber gozado de una “baja ficticia”; y de estar con Fujimori desde las cinco de la mañana en el Círculo Militar en el periodo de la segunda vuelta electoral de 1990; así como también “sugería” quién debía nombrarse Ministro de Defensa; y “mandó” como espía al Ecuador a su ex instructor el coronel Rafael Córdova; y sentenciar finalmente que “por razones de Estado se pueden cometer delitos”, etc.
Desafiante y altanero el Doc. respondió con agresividad a un fiscal que parecía testigo y no juez. “Tiró Barro” contra sus contadores y enemigos (entre ellos el Fiscal Abelino Guillen y el ex Vicepresidente Máximo Román – burlándose de este último).
Montesinos sintió estar en el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) y ser el Doc. Todo poderoso burlándose de los jueces y fiscales presentes como el fiscal Pelaez a quien dijo “como me gusta contestar sus preguntas, son tan interesantes”, acompañado de una mueca burlesca que hacia tanto que Pelaez como los demás temen pronto su batalla de agua.
La escena era observada jocosamente por Fujimori que tomó apuntes en su libreta color verde, verde- esperanza del futuro sombrío que le espera en cuanto lo encuentren culpable de los cargos que pesan sobre el. Y así se cerró una historia más de un proceso que aguarda más puestas en escena ¿Tan coloridos como ésta? quién sabe, pero sugiere estar atento a su estreno y no perdernos ninguna guiñadita o teñida de pelo.
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