
Han transcurrido ocho años, el tiempo ha pasado y el momento ha llegado. El dolor que un país entero sufrió a causa de abusos y de la tiranía de un gobierno, hicieron que el sentir de una nación entera se despierte y ansíe con el alma justicia para nuestra gente.
El día llegó, pero lo que nadie imaginó es que ambos aún después de tantos años mantuvieran un lazo amical muy fuerte. Hablo pues, de Alberto Fujimori Fujimori (ex Presidente del Perú), y Vladimiro Montesinos Torres (ex Asesor Presidencial), quienes una vez más ofendieron al Perú.
Tras ocho largos años se reencontraron frente a frente, en la Sede Judicial en la Dirección de Operativos Especiales (DIROES) de la Policía Nacional del Perú (PNP).
Sin duda alguna el objetivo principal de Montesinos fue eximir de responsabilidades a Fujimori, en los casos de crímenes de lesa humanidad, mas conocidos como las matanzas de Barrios Altos y la Universidad La Cantuta, en las que fueron asesinadas veinticinco personas. Con la frase "Alberto Fujimori no tiene ninguna responsabilidad en los hechos que son materia de este juicio", trató de exculpar al ex mandatario.
Este encuentro fue esperado más de seis horas, sin embargo la sorpresa fue tanta y la desfachatez aun mayor, al extremo que Fujimori y Montesinos se lanzaran miradas de complicidad e intercambiaran sonrisas y guiños. Cada sonrisa y cada guiño significaban un insulto y una provocación, para quienes aún en su orazon guardan la esperanza y el anhelo de justicia.
Dentro de la tantas sandeces que se dijo en la sala por parte de Montesinos, se exculpó señalando que se puede delinquir por "razones de Estado", lo que nos demuestra una vez más que carece de todo sentido de prudencia y se encuentra inmerso en una total crisis de valores.
Por otro lado, durante la audiencia se mantuvo alerta contra toda pregunta que pudiese arruinarlo, es por eso que cuando el Fiscal José Peláez Bardales intentó hurgar en el pasado, por demás oscuro, de Montesinos, al señalar que éste había sido abogado de un narcotraficante. “Es un mito, una leyenda negra. Lo desmiento tajantemente", así es como reaccionó ante las preguntas de fiscal; además señalo que en todo caso no es delito defender a un narcotraficante, pues el hermano del fiscal también lo hizo alguna vez.
Entre otras cosas se le preguntó por un documento en el cual se mostraban evidencias de su conducta delictiva, documento que fuera acreditado en un informe por el Jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), coronel Rafael Córdova Rivera. Sin sorpresas esta vez, expresó que el documento era apócrifo porque Córdova así lo había declarado en un proceso judicial; así también no perdió la oportunidad de señalar que por su intermediación Rafael Córdova fue nombrado jefe de los espías peruanos en Ecuador.
Tras horas de haberse iniciado el proceso, para ser exactos tres horas después, el ex Asesor Presidencial decidió dejar de declarar, con lo que puso fin a un interrogatorio que se suponía debía prolongarse durante varias sesiones.
“Antes de terminar mi intervención he mostrado mi mejor predisposición a declarar y dar algunos elementos para coadyuvar en el esclarecimiento de estos hechos.”
"Yo, a partir de este momento, ya no voy a contestar ninguna pregunta (del fiscal ni de los abogados de la parte civil)”, dijo Montesinos al presidente de la Sala que juzga a Fujimori, César San Martín; quien señaló que Montesinos actuó "de mala fe" y se trata de "una clara expresión lesiva de la meta del esclarecimiento propio del proceso penal"
Este actuar generó incomodidad y exasperación en los presentes, es así que con esta actitud sorpresiva del testigo, hasta el momento, el presidente del tribunal, César San Martín, consideró que la presentación "carece de eficacia procesal y, por lo tanto, es de valoración prohibida".
Luego de anunciar la ineficacia del testimonio, el alto Tribunal peruano cedió la palabra al Fiscal Supremo José Peláez Bardales, quien aseguró que el ex asesor de Inteligencia de Fujimori asistió al juicio sólo para “burlarse del tribunal” y “lanzar infundios” contra diversos personajes. "No tiene ningún respeto por las autoridades ni las instituciones", consideró el fiscal.
Pero no sólo fueron ellos los que expresaron su desazón frente a esta actitud negativa de Montesinos, también se pronunció Ronald Gamarra, abogado de los familiares de las víctimas de las matanzas de la Cantuta y Barrios Altos, quien dijo que no se puede considerar testigo de este proceso a Montesinos, pues no se sometió al interrogatorio de todas las partes involucradas, además de ser una falta grave en el proceso.
Montesinos aprovechó cualquier oportunidad para señalar que Fujimori es inocente, empero su intento de limpiar de responsabilidad al ex presidente en violaciones a los derechos humanos "no sirve" de nada a la defensa, dijo César Nakazaki, "legalmente todo lo que ha declarado Montesinos ayer (lunes) no sirve para nada", declaró.
El proceso mas que frutos, lo que dio fue dolor de cabeza, pues se mostró un exagerado y hasta ridículo histrionismo del ex asesor, pero lo que cabe señalar es que se debe tener en cuenta la actitud arrogante, que aún mantienen a pesar de los juicios que se le sigue. Pareciera que Montesinos cree aún está en el trono, y que no se ha dado cuenta de su posición.
No caben dudas que esta audiencia, entre dos compinches políticos fue esperada por todos y que si sirvió para algo, fue para dar cuenta que a pesar del tiempo y de la distancia, esos lazos, esos fuertes de lazos de simpatía y complicidad aún se mantienen ilesos, sin ningún rasguño.
Hasta cuando durará esta relación tan íntima del ex mandatario y su asesor presidencial, no lo sabemos, es incierto, pero lo cierto es que se defienden a capa y espada, y se escudan uno tras otro.
Aún siguen formando ese dúo dinámico que sobresalta a la justicia peruana, aun siguen bailando a la marinera, aún sigue agitando su pañuelo rojo y gritando ¡ole! ¿Hasta cuándo?... no lo sabemos, lo que si es sabido por todos es que hay familias que esperan justicia, que esperan que se cobre las muertes de sus seres queridos. No sólo esas familias, sino el Perú entero tiene sed de justicia, necesita que el daño que se hizo al país sea saldado. No importa que aleguen que acabaron con el terrorismo, además, eso a costa de que fue, no importa que digan que se hizo obras, por que recuérdese que toda obra mala cuestiona todas las obras buenas.
CARMEN PONCE VILLANUEVA
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