Cara a cara, después de ocho largos años, pero esta vez el escenario de Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori, no es el palacio de gobierno, sino la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (Diroes) en Ate Vitarte. Juicio que se le sigue al ex presidente por los asesinatos de la Cantuta y Barrios Altos que dejaron un saldo aproximadamente de 25 muertos.
Después de unos minutos la función empezó y apareció el personaje, Vladimiro Montesinos, mas conocidos como el “Doc.” llegó impecable, vestido de terno azul marino, con singulares finas rayas blancas, zapatos negros, camisa blanca, corbata azul con celeste y un pañuelo del mismo juego, así ingreso a la sala de audiencia el ex asesor presidencial, haciendo la primera venia con la cabeza a su ex socio, pues me causo una duda este saludo si seria una señal de cortesía o simplemente de complicidad.
El “Doc” calló una y mil veces durante sus primeros juicios y ahora estaba dispuesto ha hablar, pero no pronuncio ni media palabra en contra de Alberto Fujimori, mientras que este lo miraba con atención y agradecía su disposición a colaborar con una sonrisa, un guiño a la vez que respiraba muy tranquilo y asentía con la cabeza mas despierto que en cualquier otra de las 75 audiencias realizadas hasta ahora y se acomodaba en su sillón listo para escuchar lo que por las siguientes tres hora y media diría Vladimiro Montesinos.
''He venido para poder cumplir y esclarecer que el señor Fujimori no tiene ninguna responsabilidad en los hechos materia de este proceso''.
De esta manera el “Doc” pone de manifiesto que ni el y mucho menos “el presidente” como suele llamar a Fujimori, tienen responsabilidad alguna sobre los hechos por los que se les acusa.
A pesar que desde un inicio Montesinos esclareció que contestaría en la medida que estime pertinente, sin embargo, minutos después el ex jefe de inteligencia se mostró en control de la situación, haciendo énfasis en sus ademanes, levantando por momentos la voz, respondiendo con sarcasmo y ridiculizando las preguntas que hacia el fiscal José Peláez, pero este intentaba imponer sus propias reglas de juego, habló cuando se le antojó y puso en claro ante la sala sobre qué espacio de tiempo y por ende de qué temas no iba a tratar; “no voy a responder sobre hechos ocurridos antes de 1991 y después de 1992 por no ser materia de este proceso.”
“Es mi derecho contestar lo que yo estime pertinente, nadie me va a parametrar que es lo que yo voy a contestar a las interrogantes del señor fiscal, él me dice y yo le contesto lo que estime pertinente…ese es mi derecho”
Con la ironía y sarcasmo que lo caracteriza, el “Doc” no afirmo ni negó nada, cuando el fiscal le preguntaba sobre la relación que ambos tenían a principios de los 90, sin embargo el ex asesor hizo una de sus respuestas evasivas diciendo: Yo no voy a hablar nada de inteligencia...". "El secreto profesional como abogado me prohíbe hablar sobre lo que me confió mi cliente (Fujimori)...", amparándose en el supuesto secreto profesional de abogado – cliente, se negó a hablar de temas claves de la lucha antiterrorismo y también sobre el sueldo como asesor presidencial y de la alta Dirección del SIN.
Al escuchar estas declaraciones se hizo evidente que todo estaba arreglado y que cada uno de sus respuestas estaba planeado para defender a Fujimori, Montesinos no tuvo reparo para cuestionar la reputación de quien consideraba una piedra en su Zapato y aprovechó para denigrar a Máximo San Román, ex Vicepresidente de la República y testigo clave en el proceso a Alberto Fujimori, así como también desacredito mediáticamente a otros acusadores y testigos.
“El señor San Román entraba todos los días allí incluso cuando llegaba conmigo empezaba cortar el salame y era el que se encargaba de repartir el café, esa era la tarea del señor San Román, porque su cerebro no le daba para más”
Esta respuesta causo más de una sonrisa a todos los espectadores, e incluso al mismo Fujimori que estaba mas despierto que cualquier otra de las audiencias antes realizadas
Las interrogantes del fiscal continuaron mientras Montesinos mantenía su actitud desafiante y ofensiva. En determinados momentos exaltó el tono de su voz, tratando de controlar el escenario, incluso respondiendo con ironía al fiscal y desacreditando sus preguntas.
Ya había cumplido su misión y era momento de dar por terminado su presentación. El “Doc” considero que la función había durado lo suficiente y era mejor regresar a su celda en la Base Naval del Callao, "No voy a contestar ninguna otra pregunta. Voy a regresar a contestar en el juicio por el caso Barrios Altos (en la sede judicial de la Base Naval), y de allí podrán tomar mis respuestas o si quieren pueden volverme a citar", afirmó el Montesinos sorprendiendo a todos con estas palabras causando mucho malestar, disconformidad y desequilibrio al Tribunal, pues había apelado a su mejor defensa el silencio y luego huir, dejando con los crespos hechos a la parte Civil y a la Defensa del ex mandatario, la sala no tuvo mas remedio que aceptar el silencio de Montesinos pues este es un experto en fuga y lo ha vuelto a hacer en esta ocasión.
Así termino la inesperada audiencia, donde Montesinos defendió a capa y espada a su ex socio, quien pretendió dar verosimilitud a su versión, pero a la vez provocando mas de una sonrisa a los espectadores, quienes esperaban una actitud diferente, sin embargo su breve paso por el Tribunal no fue suficiente para desterrar las evidencias de la culpabilidad de Fujimori.
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