TERRITORIO COMANCHE: FUENTE DE NOTICIA PARA NUESTRA VIDA.

periodistas de comanche cubriendo la nota de guerra.
Territorio Comanche, una historia escalofriante sobre como dos periodistas en su misión de cubrir una noticia viven de cerca el desastre que deja una guerra, en donde sólo les preocupa el llegar a tiempo y el de informar cabalmente si importar el de estar en riesgo su vida. La manera que se trata este drama es tan frío que solo les preocupa cubrir su nota, más al personaje Márquez. La costumbre de vivir cubriendo noticias de guerra talvez sea el motivo por el cual tanto desapego y sólo que da el deseo de informar.

Este hecho de la vida real nos acerca a observar y conocer de alguna manera al mounstro de la guerra, que destruye todo a su paso y sólo deja muertes, muertes, y muertes sin importar si estos son hombres mujeres o niños, creyentes, ateos, blancos o negros; pues no respeta nada y arrasan con todo olvidándose y transgrediendo ese principio, derecho fundamental con quien todos gozamos que el mismo hombre implantó para vivir en armonía en nuestra sociedad; este derecho es el derecho a la vida, derecho que en este relato se ve claramente quebrantado sobrepasado por un conflicto que se convierte en odio de dos naciones que piensan en salir victoriosos de cualquier forma a pesar de que ésta les cueste la vida agente inocente y deje como secuelas el desastre y un panorama de desolación.



Es en este paisaje aterrador que viven Bardel y Márquez, que a pesar de vivir una situación tan deprimente para cualquiera pues no solamente uno se entristece con la muerte de un familiar o conocido el sólo hecho de ver un muerto ya causa pena, imaginémonos miles de ellos que se encuentren por todo lado donde vayamos, ahí no se puede escapar del horror que está a cada paso que das; sin embargo estos dos personajes según se narra en el relato hechos y más hechos, llenos de precisión y humor, Sentimientos de amor y de odio, de ternura y de ilusión, de esperanza y de deseos como el que sentía Márquez por su puente. Juega un poco con la muerte, hace bromas con ella e incluso se permite reírse de los muertos como Sexsymbol., características que solo puede encontrar en la guerra quien la ha vivido en carne propia y que talvez a estado enfrente de la misma muerte. Son los recuerdos de dos compañeros que han pisado tantos muertos. Las imágenes se repiten, y entre más crudas sean para nosotros, observadores pasivos a través de los ojos del autor que como ya mencioné es el que lo vivó, más indiferentes para los protagonistas, para quienes su mayor preocupación es que la noticia se cubra a tiempo. En medio de tantas bombas y muertos, lo primero es llegar a tiempo para la transmisión del noticiero.




El autor no escribe un alegato sobre la burocracia política e informativa, pero sí reclama su inutilidad y egoísmo: Es el caso de los corresponsales que desean salir al aire, mientras que, para otros, “salir en las fotos” significa estar muerto. El autor no clama al cielo por la injusticia de la guerra, pero sí muestra lo estúpidamente cruel que puede ser. El contenido de las anécdotas es tan vivo como el modo de relatarse. Podemos reconocer en ellas conflictos vistos en la televisión y reportajes discutidos en plática de sobremesa. Los recuerdos se suceden uno tras otro. En Territorio comanche, el periodista arriesga su vida por una buena toma y por una historia que la acompañe, en fin el cumplir bien su papel de corresponsal, el de periodista.



El simple hecho de que Márquez sólo se preocupe de tomar una foto, su plano sea perfecto, por ello le incomodaba que Bardel se entrometa en el plano de la toma, muestra la insensibilidad, indiferencia y falta de ética del personaje frente a lo crudo de la situación, pero ahí esta el hecho del amor a su profesión que aunque sea su pasión no quiere decir que sea tan frió de falto de amor a su prójimo pero a esto esta la contraparte el de imaginar la difícil situación, tan cruel y traumática que vivieron aquellos personajes para cumplir con su deber que es el deber de todos nosotros, este es el punto comprensivo hacia ellos que al final indirectamente son los victimas de otra guerra, que son los sobrevivientes talvez para muchos triunfadores por que están vivos como es el caso del autor de esta novela que si sobrevivió pero para ello paso peripecias, una de ellas talvez sea el de estar vivo pero con la sombra de aquellas imágenes de horror fatal de muertes y bombas en las cuales vio caer a tanta gente como el mismo menciona, incluso a sus colegas, amigos que murieron en el trayecto de cubrir su nota de guerra.



A esto se suma que es fácil juzgar cuando se esta lejos sólo como espectador otra es el de vivir en carne propia tan difícil situación por que s donde se siente cada palpitación del seguir vivo por un minuto mas, y que al final el de no poder hacer nada por aquellas personas muertas que al final ya estaban muertas y sólo queda el papel de cumplir con su labor informativa y seguir si se sigue vivo, no nos olvidemos cuantas veces en las noticieros escuchamos la mismas historias, pues las guerras son infaltables en este mundo como es el caso de la guerra de la voraz potencia estaunidense con Irack, que sin importar las victimas que surgieran en ese trayecto, pues el “fin justifica los medios” murió tanta gente inocente al igual que tantos corresponsales de guerra, periodistas que sino terminaban muertos por una bomba lo hacían por mano de sus captores irakies.



Al final todo reportero de estos casos solo hace de todo para cumplir con su labor que es el simple hecho de mostrar al mundo lo recogido en su trayecto a pesar que de ello le cueste la vida y deje como secuelas el vivir arrastrando los traumas de una guerra, por más que un mísero pago que no cubre el precio de su vida.



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