Con el tabaco, hasta la muerte baby


Una mañana de NO al cigarro

El cielo estaba nublado como para estar acorde con el tema de la marcha de aquel viernes; y también como para colaborar con cientos de jóvenes, que no habrían estado muy gustosos de caminar bajo el sol, aunque la causa fuera buena: una entusiasta y severa protesta por el DÍA DEL NO FUMADOR.

La Plaza de Armas de Trujillo congregaba aquella mañana a colegiales y universitarios comprometidos, quienes tenían preparados variados mensajes expresados de las formas más creativas: pancartas, gráficos, arengas, y hasta un curioso cigarrillo gigante en forma de bazuca que tenía en él escrito: “hasta la muerte baby”.

Un “pucho” gigante

Irvin, Ángella y Will del quinto ciclo concretaron su idea horas antes de partir de la Nacional al centro histórico, armando con cartón dúplex e incienso esa graciosa imitación de lo que comúnmente conocemos como un “puchito”. Para enfatizar el carácter de asesino del cigarro y así reforzar la intención comunicativa de su creativa obra, le agregaron una mira, transformándolo también en un arma letal.

Mientras las bandas de la Municipalidad y del Colegio San Juan tocaban; y, entre tanto color, se alcanzaba a leer en uno de los carteles: “Yo fumaba y no me pasó nada”. ¡Genial!… es que firmaba una calavera. Cerca, desfilaba también un ataúd de considerable tamaño forrado con papel lustre marrón, que cargaban unos pequeños niños.

La muerte se dejaba ver por todas partes. Seguro que a ella tampoco le quedaban ganas de fumar.

Peligrosa adicción

Lo cierto es que la Ley Nº 25357 del año 1993, sobre la prohibición de fumar en espacios cerrados de uso público, no evita el incremento de casos de cáncer ni la contaminación del aire, tampoco hace mucho por reducir el número de adolescentes que se inician tempranamente en este vicio. Lo que se necesita es crear conciencia, proponer programas y luchar por controlar la adicción al tabaco.

Desde la Plaza de Armas hasta la Plazuela el Recreo. Ese fue el recorrido de la marcha. Como siempre infaltables: los periodistas, las fotografías, las entrevistas, difusión de la iniciativa. “Creo que cuando uno fuma, no sólo es responsable de su salud, sino también de quienes lo rodean. Es decir, que uno puede estar enfermando a su propia familia o a sus propios amigos. Deberíamos tomar en cuenta eso, y mucho más, si es gente que queremos y estimamos”. Interesante percepción la de Marina, una jovencita del conocido colegio Modelo que avanzaba entre sus compañeras con un andar seguro y enérgico.

Esperemos que llegado el momento de la verdad, cuando Marina esté reunida con un grupo de amigos que la alienten a “probar como se siente fumar”, su curiosidad no la haga potencial esclava de la nicotina o víctima del benzopireno, es decir, que la muchacha en el futuro no sea una cifra más en las estadísticas sobre adictos al tabaco o muertos por enfermedades respiratorias.

En aquellos momentos me perdí en el recuerdo de una extraña anécdota de cuando viajé de Trujillo a Lima en una conocida agencia de transportes. Como no tenía mucho dinero, compré mi boleto en un servicio que paraba a recoger pasajeros en todos sus terminales, y en cada una de estas paradas, un señor no muy avanzado de edad, bajaba con desesperación a fumar un cigarrillo. La ansiedad se le notaba en el rostro y en sus temblorosas manos. No era muy agradable la visión de ese cuadro, en realidad, era incluso algo triste.

Control y más control

Una llamada al celular me hizo volver a la realidad.

Los minutos corrían y los mirones no se apartaban. Los mimos y zanqueros de la Universidad Privada César Vallejo hacían más vistosa la mañana. Las alocuciones perdían potencia, el cansancio se hacía notar. La celebración del día mundial sin tabaco en Trujillo, llegaba a su fin.
Más tarde, cuando el tedio causaba estragos en mis ánimos, ya de regreso en la universidad cruzando por algún rincón, el olor a cigarro me robó una sonrisa. ¡Demonios! Sí Claudia, tienes ganas de fumar. Y pensé: no será hoy, y tal vez tampoco mañana. Porque… no será “hasta la muerte baby”.

1 comentarios:

Queridisma claudita inglessi, te saluda Guillermo Egoávil Arenas de la Universidad Nacional Federico Villarreal (tu sabes q soi memo!). Te saludo en calidad de fumador activo. Me parece interesante la marcha "HASTA LA MUERTE, BABY", ya que refleja el sentir de muchos de nosotros: personas que entendemos la delicia de prender un cigarrillo, aspirarlo hasta lo más profundo de nuestro ser y expelerlo de la manera más lenta y placentera. Obviamante que somos conscientes del daño que nos estamos haciendo; nuestros pulmones son los más perjudicados y serán los jueces dictaminadores, en el peor de los casos, de la sentencia del cáncer. Sin embargo, el ser humano ha inventado a lo largo de la historia diferentes maneras y métodos que lo han hecho alejarse por un instante de las preocupaciones y de los quehaceres diarios, lo que ocasionaron perjuicios a la salud. El mentado y agraviado "puchito" es el resultado de la industralización de un determinado placer. Así como se vende gaseosa en la tienda para que calmes la sed y, a su vez, aumentes la masa lipídica del cuerpo en enormes cantidades, lo que, en exceso, puede acarrear daños al corazón; así existe el cigarrillo, un producto que, como otros, te llevará a la muerte. Vivir saciando necesidades y placeres. Si de eso no se trata la vida, que alguien me diga de qué se trata.

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