El Señor Testigo

José Peláez Bardales ha de tener muchos méritos en su haber para haberse convertido en fiscal supremo del Tribunal Constitucional. Sin embargo, después del interrogatorio realizado por éste al astuto Montesinos en el juicio de Fujimori, serias dudas dejó con respecto a la competencia de nuestros representantes en materia legal.

Ahora, sobre la habilidad de Montesinos en el manejo del lenguaje y usar métodos sofísticos para huir eficazmente de toda pretensión de esclarecer la verdad, sabemos mucho; al menos que usa el método nemotécnico para recordar información relevante, que ha tenido mucho tiempo libre en estos últimos meses para aprender al revés y al derecho las leyes que protegen su situación de preso, y que difícilmente ayudarán sus respuestas a atrapar a su compinche Fujimori.

Por otro lado, la ineptitud del juez quedó demostrada gracias a que ni siquiera supo hacer las preguntas precisas que requería el dilucidar las acciones de Fujimori, a través del testimonio de su ex siamés, Montesinos. Durante el interrogatorio, que se transmitió a lo largo de la última semana, el ex asesor de Fujimori se negó a responder preguntas claves que esclarecerían los delitos cometidos por el ex presidente. Ante la negativa de Montesinos, alegando que estaba en su derecho de omitir declaraciones que creía pertinentes, el juez Bardales respondió irracionalmente lo que sigue:

–Yo soy el juez de esta sala y le ordeno que responda, usted es un simple preso que debe obedecer y hacer lo que se le dice.

Una de las fiscales protestó a favor del reo, Está bien que el señor Montesinos sea un preso pero no estamos en la Inquisición para que lo traten de esa forma. Y bueno, el susodicho se vio respaldado por una inteligente dama que propugnó su libertad de expresión y selección de argumentos.

Hubo mucho ruido y pocas nueces. El testigo, vestido de saco y corbata con el peinado a un costado –tratando de cubrir la masiva calvicie– supo sortear muy bien las preguntas que evidenciaban la culpabilidad de Fujimori.
–¿Ordenó Alberto Fujimori la matanza de la Cantuta?
–No puedo responder a esa pregunta, involucra la seguridad nacional del Estado y por lo tanto sería traición a la Patria responder.

¡Qué salida!, es necesario conocer los artículos de la Carta Magna para salir airosos. Recordad, sabiduría es poder.
Pero el plato fuerte fueron los guiños que intercambiaron los inseparables amigos, nada más tierno.

Las conclusiones son de esperarse, y vienen en forma de pregunta, ¿Será que la mafia fujimontesinista renace?