El final de dos vidas…

Giuliana LLamoja durante su juicio y su padre,Luis Llamoja Linares brindando declaraciones a la Prensa.

El ocho de marzo del 2005 un funesto suceso dejó atónita y confundida a toda la comunidad limeña y al resto del país.

Ésa noche, aproximadamente a las 23 horas, Luis Llamoja (17) regresó a casa y encontró a su hermana saliendo de la ducha y a su madre tendida en el piso, muerta.Luis desconocía que su madre, Carmen Hilares Martínez (47) había sido asesinada a manos de su propia hija, Giuliana LLamoja Hilares (18).

Giuliana se hallaba sola en el primer piso de la casa, probándose en el espejo grande un polo que horas antes se había comprado. En ese momento su madre llegó y al ver el desorden le recriminó por este. Las dos comenzaron a discutir acaloradamente, trayendo del recuerdo problemas pasados. Doña Carmen le lanzó un adorno de arcilla por la cabeza, entonces Giuliana entró a la cocina para no discutir más y simplemente hacer cualquier cosa distinta a pelear .Vio una sandía en la mesa y se dispuso a cortarla, su madre la siguió con gritos y reclamos, volvieron a discutir y la ira se apodero de ambas.

Según Giuliana su madre fue la primera en tomar el cuchillo para atacarla, ella intentó quitarle el cuchillo y defenderse de los ataques de su progenitora, fue en esta situación cuando le propino los 65 cortes a su madre, en el brazo, el pecho, la espalda, en la cabeza, en una oreja y un largo corte en el cuello, a la altura de la yugular, que fue el que le causo la muerte.

Un agente de la comisaría de la zona que interrogó a Luis, señaló que al llegar a casa el joven encontró a su hermana llorosa, pero calmada y ella fue quien le conto que su madre se había suicidado luego de que ambas discutieran. Horas más tarde y ya en presencia del Fiscal, Giuliana confesó que no se trató de un suicidio, ella la había matado, estremeciendo así a todos los que la escucharon.

El coronel Alfredo Acuña, de la División de Investigación Criminal Sur (Divincri Sur), dijo que ella había aceptado el crimen, no había negado nada y, como demostración, había colaborado en todas las diligencias y en los interrogatorios. "Falta el examen psicológico del Instituto de Medicina Legal para determinar su salud mental, aunque quien tenía problemas psiquiátricos y recibía tratamiento ambulatorio como tal era su mamá", señaló.

Los resultados de las pesquisas psicológicas practicadas a Giuliana arrojaron que tenía complejo de Elektra y veía en su madre no a una amiga, sino a una rival, además de presentar temores e inseguridades en su actuar y una fuerte carga de emociones negativas acumuladas.
Las estremecedoras confesiones de Giuliana fueron una de las últimas que pronuncio en libertad, pues luego de ellas fue trasladada a la carceleta del Poder Judicial de donde finalmente fue trasladada la Penal de mujeres de Chorrillos.

Trascendió que la condena por el cargo de parricidio, delito contemplado en el artículo 107 del Código Penal, sería sentenciada a pasar entre 15 y 20 años en prisión.

El padre de Giuliana se encuentra atormentado por la difícil situación que le toca vivir. Como abogado sabe que hacer justicia haciendo pagar al culpable de un acto por su crimen es lo correcto; sin embargo como padre sabe que cumplir con este principio alejaría a su amada hija de su lado, destruyendo completamente a lo que queda de su familia.

Madre e hija, ¿victima y victimaria? Los azares de la vida las pusieron en orillas opuestas. A la luz de las investigaciones cualquiera de las dos pudo haber muerto y la madre estaría en el lugar de la hija, lo único que no hubiese cambiado sería el dolor causado entre los familiares de ambas.
¿Qué convierte el amor en odio?, ¿Cómo una amistad se transforma en rivalidad?..Nadie lo sabe, ni saben que sucedió esa fatídica noche, sólo ellas conocen la verdad.

Por: Dobbertin Sánchez Gelka B.
Palomino Puertas Neida.

Zavaleta Urtecho Lucyana.