Labor de un periodista en la guerra

Un reportero en riesgopor una buena toma.

En el mundo actual los periodistas se enfrentan a graves peligros, especialmente en el periodismo de guerra, ya que es una de las profesiones mas sacrificadas y a la vez arriesgadas, puesto que requiere cubrir las noticias que se producen durante un conflicto bélico, y esto implica que los periodistas enviados para realizar dicha misión tengan que poner en grave riesgo su vida o su integridad física.

Sin duda el mejor relato de periodismo en lugares sacudidos por un conflicto armado es desde el perfecto "Territorio Comanche" de Pérez-Reverte, aquí nos muestra la vida de uno de estos valientes periodistas y cómo es la guerra moderna a través de sus ojos, sin duda este relato pone en relieve está condición humana del hombre, además de mostrar la realidad de la guerra desde el ejercicio de una profesión que en su condición de informar a veces colisiona con el campo de la ética, al margen de que la vida del corresponsal de guerra también esté en riesgo.

Reverte utiliza un lenguaje directo, duro y bastante claro, y nos hace participes de los pensamientos de los periodistas y también de los recuerdos que van surgiéndoles en medio de los disparos, es por medio de estas digresiones en la que nos vamos enterando de cómo es la vida del periodista de guerra, de cómo son las guerras detrás de las cámaras, y de las historias crueles que se van encontrando durante el trabajo periodístico, si actuar de una forma ética o no.

Si bien es cierto en la actualidad existen periodistas que arriesga su vida por una buena toma y por una historia que la acompañe. Reporteros que son testigos directos de las tragedias, de los crímenes y de la barbarie que el hombre es capaz de cometer en nombre de absurdas consignas y no más claros ideales.

A pesar que Territorio Comanche” es una zona de guerra que hace peligrar la vida del periodista debido a sorpresivos bombardeos o a francotiradores apostados en lugares estratégicamente poco visibles y cuyas huellas en el terreno se materializan en casas destruidas, gente que corre para salvaguardar su vida o personas muertas en el enfrentamiento, estallidos de bombas, nubes de humo o polvo, disparos que suenan a lo lejos,

Pero es ahí en plena labor, donde se muestra el compañerismo entre reporteros, así como también pasar por momentos tristes en los que la crudeza de la guerra no te deja pegar el ojo, y que otras veces se sienten obligados a dejar sus cámaras para socorrer heridos, escarbar entre los escombros para rescatar los cuerpos sin vida de inocentes víctimas de la guerra y del odio sin límites del hombre.
Día tras días esta labor es vivida por miles de profesionales en todo el globo, y que se juegan el pellejo por mantener a la sociedad informados de cómo se va desarrollando un conflicto. Dándole una información clara y objetiva a la que siempre se ha acostumbrado la sociedad, y que muchas veces estos no le dan la importancia al valor y el aplomo de las personas que hacen que eso sea posible: los reporteros de guerra.

Y “uno de los principios básicos del periodismo es que si te encuentras demasiado lejos del Territorio Comanche no consigues la imagen, y demasiado cerca no te queda salud para contarlo”. Este es muy interesante como manual para periodistas que trabajan en frentes de guerra, una suerte de instrucciones de cómo deben ser las entradas televisivas con el “ruido de fondo” de la guerra misma. Un punto a tener en cuenta para este tipo de periodismo es que no se trata solo de “llegar, conseguir la foto y ya está”, sino también la de poseer varias “habilidades”

Es por ello que territorio comanche es una lectura formativa para quienes aspiran a ser periodistas y para los que ya lo son, en especial para los reporteros de guerra. En cierto modo es un homenaje a los que arriesgan su vida en el ejercicio de su labor periodística.

También hay muchos que dicen ser periodistas, pero sólo llegan a la zona de conflicto para tomarse una foto e irse lo antes posible. Éstos son periodistas con mucha prisa, que a su regreso realizan conciertos de solidaridad a favor de las víctimas e incluso escriben textos para enseñarle al mundo las vivencias más profundas del conflicto, sin haber vivido la realidad conflictiva. Pues estos sabrán de la guerra sólo en teoría, lo suficiente como para promocionarse por buenos reporteros; más no para ser testigos presénciales de la guerra.
Queda recalcar que esta obra proyecta la realidad, una sociedad conflictiva con un clima de violencia, que le permite al lector formarse valoraciones reflexivas a nivel personal y social. El desarrollo de las telecomunicación ha contribuido a la inmediatez informativa y a traspasar las barreras geográficas, pero su mayor reto, es el de poder ser un medio de concientización, que en cierto modo lo cumple, pero en honrosas excepciones. En todo caso “Territorio Comanche” responde a esta necesidad, la de concientizar a la humanidad.

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