Es extraño no recogerte de hombros o darte un abrazo a ti mismo, al sentir aquel duro ventarrón característico del frío de temporada de Trujillo.
Abrigos por doquier, el color es lo de menos, claro que sí importa para los amantes de la moda y el chic. En realidad lo que importa en ambos casos es protegerse de la furia del viento, que esconde en sus idas y vueltas de corrientes de aire fortísimos, un misterio inexplicable. En una de esas calles donde no da ganas de transitar, un turista español transitaba en sentido contrario al viento, mal ruta en estos tiempos, y tenía encima de todo: chompa verde, casaca negra, bufanda blanca y un chuyo multicolor: aun así lo escuché tiritar.
Como buen fumador español, sacó su cajetilla y encendió el primer cigarrillo de la noche. Él se recostó en la pared de una esquina de la Avenida España, mientras terminaba uno a uno los cigarrillos, si quedaba uno era una ofensa a su buen pulmón.
Se acercaba la medianoche, el frío era cada vez más intenso y seguía en aquella esquina viendo como el semáforo cambiaba de luz cada tres minutos.
12 a.m. en punto, a la esquina una a una llegan mujeres que pareciese que el frío les entraba y les salía por el otro. Con diminutas prendas y una cartera llamativa incitaban las miradas, más que el cuyo multicolor del español.
Cuando iba por el décimo cigarrillo, su querida Sevilla le vino a la memoria: Una noche, cuando eran también las 12 a.m. en punto caminaba por una esquina similar (todas las esquinas son iguales), igual de ventarrosas e inundadas de mujeres igual de llamativas. Él observaba con lujuria una a una, pero aquella noche fría se convirtió en tormentosa, cuando su mirada quedó fija en una mujer; su mujer hacia unos meses. ¡Joder! Comprendía entonces porque tanto misterio y su negativa en la intromisión sobre su vida privada. Luego de esa noche no la volvió a ver jamás.
El frió no sólo le traía malestar corporal, si no que cada vez que lo sentía, los estragos de su alma, que hacían recordarla, lo llevaban a cada esquina; de ésas frías como la de Sevilla. ¿Querría encontrarla tal vez?
El español dejó aquella esquina, y siguió su recorrido nocturno hacia la siguiente parada. El frío golpeaba con más fuerza, su rostro se humedeció ante la presencia de la brisa. Decidió parar en la Avenida Perú, se posicionó en una esquina de aquella avenida y observó una situación que lo dejó anonadado. Esta vez su corazón no puedo soportar lo que sus ojos le mostraban. Un carro con lunas polarizadas (sí. De ésas que utilizan algunas personas por precaución o simplemente por darse el gusto) se detuvo ante la presencia de una niña aproximadamente de 12 años, de mirada tierna, cuerpo lánguido y aspecto temeroso. El conductor bajo una de las lunas polarizadas y cruzó algunas palabras con la niña. Era un tipo de edad madura, con barba larga, mirada profunda, y en ese momento, asquerosamente lujuriosa.
Dos grandes y amargas lágrimas cayeron sobre las mejillas del español, mientras con una mirada furiosa exclamó a gritos: ¡Esa niña puede ser su hija; maldito, mil veces maldito!
Situaciones como las que el español observa sucede a diario en el centro de Trujillo. Convirtiéndose ésta, de repente en, ya no en la capital de la cultura, sino, en la capital del comercio sexual. La prostitución es considerada como el oficio más antiguo del mundo y Trujillo no escapa al ejercicio de esta actividad. Se halla en pleno centro histórico, de una manera clandestina, y nadie hace algo por erradicarlo, pese a que existen riesgos en contra de la salud pública.
Esta actividad se ha convertido en nuestra ciudad como parte de una cultura nocturna basada en el negocio y el placer sexual. Los ciudadanos noctámbulos se ven diariamente molestados por estas trabajadoras sexuales que ofrecen una orgía sexual por unos cuantos billetes de veinte o treinta soles. Mientras el español hace su último recorrido por el centro de la ciudad, el sol empieza a asomarse, y a lo lejos observa como salen de un “hotel de una estrella”, una comitiva de aquellas mujeres que tienen que ir a descansar para en la noche nuevamente sigan con su rutina.
Luz Merly y el videoclip de "Por un mañana mejor"
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La cantante peruana Luz Merly nos entrega una canción llena de esperanza y
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